Can Segura Hotel , 16 habitaciones
Desde: Hasta: Fechas libres
El Can Segura Hotel está situado en Sant Feliu de Guíxols, a 100 metros de la playa. Es un hotel pequeño de gestión familiar con restaurante con terraza al aire libre que propone platos caseros tradicionales de marisco.
Las habitaciones están insonorizadas y disponen de aire acondicionado, TV de pantalla plana por cable y baño privado con artículos de aseo gratuitos. Se puede alquilar una caja fuerte.
Hay un bar y se ofrecen almuerzos para llevar, así como menús para dietas especiales, bajo petición.
El aeropuerto de Girona-Costa Brava está a 30 minutos en coche del Can Segura Hotel y Barcelona queda a 100 km.
Can Segura Hotel se encuentra en Sant Feliu de Guíxols
Excelemente comunicada con las localidades más importantes de Cataluña (Barcelona, Girona, Figueres), Sant Feliu de Guíxols se encuentra en un entorno privilegiado de la Costa Brava.
El pueblo ofrece una gran variedad de contrastes en sus paisajes, ya que combina los característicos acantilados típicos de la Costa Brava con numerosas playas de arena fina.
Sant Feliu de Guíxols es una de las mayores poblaciones de la Costa Brava que creció con la industria del corcho y con una importante actividad en ultramar (todavía existen unas atarazanas). Conserva un rico patrimonio de arquitectura modernista y novecentista (el casino La Constància, arabizante y de color albaricoque, además de las casas de la playa de Sant Pol).
Antiguamente pequeño pueblo de pescadores, Sant Feliu de Guíxols conserva un rico patrimonio. En primer lugar tenemos el monasterio benedictino, con su estilo románico (la Porta Ferrada es la más antigua). También destaca, junto a este conjunto, la capilla de la Mare de Déu dels Àngels (Madre de Dios de los Ángeles), así como las torres del Corn (Cuerno) y del Fum(Humo). Actualmente este complejo arquitectónico acoge el Museo de Historia de la ciudad, y se baraja como sede futura sede de la Colección Thyssen-Bornemisza, dada la estrecha vinculación de la propietaria Tita Cervera con la localidad, donde posee una mansión.
La actividad principal de Sant Feliu ha sido tradicionalmente la industria del corcho, como en tantas otras localidades del Ampurdán. Y a decir verdad todavía hoy en su patrimonio arquitectónico se conservan restos de ese pasado no tan lejano. Las casas modernistas de la playa de Sant Pol son testigos de aquella época en la que la burguesía deseaba mostrar su riqueza haciéndose construir magníficas casas. Estas se situaban principalmente cerca de la playa en Sant Feliu de Guíxols.
No olvide visitar la ermita de Sant Elm, que ofrece una de las panorámicas más espectaculares de la Costa Brava. Fue precisamente desde aquí donde, en 1908, el periodista catalán Ferran Agulló bautizó con el nombre de “costa brava” (por lo escarpado de su litoral rocoso) a esta maravillosa parte del mediterráneo.
Los alrededores de Sant Feliu de Guíxols también contienen un interesantísmo espacio natural: las montañas de las Gavarras o el macizo de l’Ardenya (en dirección a Tossa de Mar) son ejemplos muy cercanos. Estos territorios, sobre todo el primero, contienen una buena red de senderos bien señalizados que permiten su atractivo recorrido. También existe una vía verde, que puede ser recorrida fácilmente en bicicleta, y que enlaza la localidad con Girona, llegando más allá hasta Olot. Se trata del antiguo trayecto que recorría el célebre tren de ancho de vía estrecho “Feliuet”, hasta que fue clausurado en los años 60. Hoy es hoy una vía verde de gran vitalidad que permite un recorrido cómodo y seguro por el Ampurdán.
En la antigua casa de naufragios se puede visitar el Museo del Salvamento Marítimo. Al sur del pueblo, desde la ermita de Sant Elm, sobre la colina de mismo
nombre, hay bonitas vistas a los acantilados del macizo de Cadiretes. Fue aquí donde nació el nombre de Costa Brava. En el interior de Sant Feliu, la espectacular piedra basculante, la Pedralta, es muy apreciada por los habitantes de la zona.
En Sant Feliu se come buen pescado azul (conocido como peix ganxó) y unos buñuelos (dulces de Cuaresma) diferentes de todos los de la Costa Brava: tienen forma de triángulo.
A nivel costero Sant Feliu de Guíxols cuenta con preciosas playas y calas, como la playa Sant Pol, la cala Ametller, la Punta de Garbí y también Cala Vigatà. La gran riqueza marina de su fondo es objetivo para los submarinistas, que a menudo buscan en las costas de Sant Feliu interesantes paisajes submarinos.
Dónde está y cómo llegar
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