Apartament La Força
Desde: Hasta: Fechas libres
El Apartament La Força es un alojamiento independiente situado en el centro histórico de Girona, en el mismo edificio que el Museo de Historia de los Judíos. Este amplio apartamento, ubicado a 180 metros de la catedral de Girona, ofrece vistas al jardín.
El apartamento dispone de balcón y sitio para guardar bicicletas. También tiene zona de estar con TV y cocina totalmente equipada, con lavavajillas. Cuenta con 2 dormitorios y 1 baño con bañera de hidromasaje. Se incluyen las toallas y la ropa de cama.
El alojamiento, situado junto al río Onyar, se halla cerca de varios lugares de interés cultural de la zona y a 1,6 km de la estación de trenes de Girona.
Apartament La Força se encuentra en Girona
Girona es la puerta de entrada al centro de la Costa Brava, y capital de provincia. A sólo 30 minutos en vehículo del centro de la Costa Brava y poco más de una hora de Barcelona, alberga una excelente oferta cultural, comercial y lúdica.
Capital de la región de la Costa Brava y una de las capitales catalanas, Girona es una ciudad mediana poseedora de un rico patrimonio histórico. Ciudad universitaria y activo lugar de servicios, cercana a la costa y al Pirineo, y con un aeropuerto internacional, es una de las ciudades más apreciadas del país. Situado en el valle del Ter cuando el río entra a la ciudad, en su orilla se encuentra el parque urbano más grande de Cataluña: La Devesa. El río Onyar, a su paso por el centro histórico, ha dado lugar a una imagen que identifica la ciudad: las casas pintadas con tonos florentinos ante unas aguas tranquilas atravesadas por diferentes puentes, como el Pont de Ferro (del arquitecto Gustave Eiffel). En la orilla este se encuentra el núcleo histórico. En la otra, la ciudad moderna.
Si tiene la oportunidad de visitar la Costa Brava no se pierda esta ciudad, que posee el ordenado encanto urbano que poseen las pequeñas ciudades. Como todos los rincones de la Costa Brava, Girona es una localidad a escala humana, perfecta para poderla recorrer a su aire y aprovechar su oferta cultural llena de festivales, actividades culturales, festividades... sin lugar a dudas Girona es la ciudad de la Costa Brava con mayor oferta durante todo el año.
Punto estratégico en la ruta norte de la Vía Augusta, primero fue ciudad romana, sede de un obispado desde el siglo V y centro del condado del mismo nombre desde época carolingia. Ya en tiempos modernos, su resistencia en la guerra contra Napoleón (1808-1809) fue legendaria. Su casco antiguo está presidido por la catedral, con un acceso majestuoso (una escalinata barroca de casi 100 escalones). El gran campanario y el claustro son románicos, la nave es gótica y la fachada barroca. La nave única es la más ancha de la arquitectura medieval europea (casi 30 metros). El templo conserva una extraordinaria pieza textil románica: el Tapiz de la Creación (s. XI).
Y en el Museo Capitular se expone un bello Beatus (s. x), de una de las pocas autoras femeninas que nos han llegado de estos siglos: Ende. El Museo de Arte, situado en el Palau Episcopal, es de visita obligada para los amantes del arte románico y gótico. Detrás de la catedral, el paseo por la antigua muralla es un mirador impagable. Si queréis saber más sobre su pasado, en el Museo de Historia os lo explicarán.
Al pie de la catedral, podéis descubrir un barrio judío conservado como pocos. En las inmediaciones del Carrer de la Força y el edifico de Isaac el Ciego (hoy sede del Museo de Historia de los Judíos), vivió durante 600 años una activa comunidad judía hasta su expulsión, en 1492. Un barrio con sus baños rituales, las sinagogas y una importante escuela cabalística compuesta por sabios con nombres como Nahmánides (también conocido como Bonastruc ça Porta).
Junto a la catedral, pasado el portal de Sobreportes, dos iglesias configuran el perfil de la ciudad antigua: el monasterio de Sant Pere de Galligants (s. xi-xii), una antigua abadía benedictina construida en 1130 que actualmente acoge el Museo de Arqueología. Posee un bello claustro y un campanario octogonal de dos pisos, decorados con ventanas dobles de estilo también lombardo.
La otra es la iglesia de Sant Feliu, junto al río Onyar, es un compendio de diferentes estilos que ha conservado los sepulcros paleocristianos del presbiterio, de cuando el cristianismo era perseguido. En Sant Feliu se encuentra la capilla dedicada al patrón de la ciudad, de donde salió (según cuenta la leyenda) un enjambre de moscas que ahuyentó a los franceses en el sitio de 1285. En este sentido, Girona posee varios edificios religiosos, además de la catedral, caracterizados por el estilo arquitectónico lombardo, que tuvo su máximo esplendor en el siglo XII. Uno de ellos es el de la iglesia de Sant Nicolau, una capilla románica que data precisamente de ese siglo. Esta compuesta de una sola nave y tres absidiolas dispuestas en forma de trébol. En el centro se alza un cimborio octogonal. La puerta actual es del siglo XVIII y el interior se encuentra desprovisto de ornamentos. Actualmente se utiliza como sala de exposiciones.
Los baños árabes es un singular edificio románico que se construyó siguiendo un modelo norteafricano.
La ciudad posee algunos monumentos de un valor histórico enorme. El barrio antiguo contiene buena parte de ellos. Sobre la muralla carolingia podemos acceder a espectaculares vistas de la ciudad y de sus alrededores. Ofrece un paseo por una especie de camino de ronda que rodea el centro histórico por el Este.
La Catedral de Girona combina estilos diferentes (comprendidos entre los siglos XI y XVII), y conserva todavía elementos del primer edificio románico (el claustro y la torre de Carlomagno) Esta catedral contiene la nave gótica más grande del mundo.
Una de las imágenes más emblemáticas de Girona está formada por las casas sobre el río Onyar, que atraviesa la ciudad. Se trata de una serie de viviendas sobre el río, en altura, que se encuentran pintadas de vivos colores. La ciudad tiene once puentes sobre el río y el más conocido de todos es el Puente Eiffel, diseñado por Gustave Eiffel poco antes de construir la famosa torre de París.
El núcleo histórico de Girona tiene edificios notables y rincones memorables: la iglesia de Sant Nicolau, el edificio gótico de la Pia Almoina, los conventos de Sant Domènec (hoy sede universitaria) y el del Carme, las casas nobles del Carrer dels Ciutadans como el Palau Agullana y la Fontana d’Or (donde veréis buenas exposiciones), la Plaça del Vi, los arcos de la Rambla de la Llibertat, etc.
Pero Girona también es rica en leyendas del imaginario popular, como la bruja de la catedral (pecadora convertida en piedra en la fachada norte del templo), la Cocollona (monstruo que cruza el río en las noches de luna llena) y el culo de una leona que trae suerte al besarlo (delante de la iglesia de Sant Feliu).
Una ciudad para pasear, con una variada oferta de restaurantes y tiendas de diseño y artesanía.
Al otro lado del río destacan la Farinera Teixidor y la Casa de la Punxa, parte del legado del arquitecto novecentista Rafael Masó. En esta parte de la ciudad se puede visitar un museo único: el Museo del Cine. Abierto con el fondo del coleccionista Tomàs Mallol, es un auténtico viaje por la pasión y el ingenio que hicieron posible el cine.
Dónde está y cómo llegar
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