Granja Escola La Perdiu se encuentra en Figueres

Dalí hace honor a la capacidad inventiva de la capital del Alt Empordà. Y es que Figueres es la capital de la tramontana, este viento con atributos de genialidad. Ciudad mediana situada en la llanura ampurdanesa, es una capital desde tiempos modernos.

Capital de la comarca del Alto Ampurdán, Figueres es la ciudad más importante de Cataluña cercana a la frontera francesa (que se encuentra a unos 15 kms), con una población total de unas 45.000 personas. Debido a esta estratégica situación la ciudad se ha convertido en un importante nodo de comunicaciones de los turistas que salen y entran de España.

Las vías de acceso a Figueres son diversas, y todas destacan por su buena calidad. Por carretera se accede a ella fácilmente por la autopista A-7 (salida número 3). También la carretera nacional N-II y la N-260 son vías que pasan por Figueres. Si llega por tren, ha de saber que la estación de Figueres se encuentra en el centro de la población y que es parada de la linea que une Barcelona con Portbou. Actualmente el AVE ya une Figueres con París.

La oferta de museos de la ciudad invoca al gusto por el descubrimiento. El Museo del Juguete tiene una curiosa colección de juguetes de todos los tiempos. El Museo del Empordà ofrece un viaje por el legado artístico de esta tierra, enriquecido con un espacio para el arte contemporáneo más actual. El Museo de la Técnica expone objetos que nos han hecho la vida más fácil. 

Indudablemente, uno de los principales atractivos turísticos de Figueres es el museo Dalí, espacio en el que el gran genio quiso plasmar lo más emblemático de su obra. Inaugurado en 1974, este Teatro-Museo (ya que originalmente fue el teatro municipal de la ciudad) es de los museos más visitados de Catalunya. Ha sido concebido para ofrecer al visitante un compendio completo de la obra del pintor Salvador Dalí (1904-1989), y realmente consigue ofrecer una imagen única y cautivadora al visitante sobre la obra del artista. En el Teatro-Museo encontraréis coches en cuyo interior llueve eternamente, hologramas imposibles, labios de mujer que hacen de sofá... y así hasta 1.500 piezas. Dalí se encuentra enterrado allí.

En Figueres se come bien: cuenta con cocinas célebres y otras de nueva generación. Al mercado de la plaza cubierta llegan todos los productos naturales de la zona. 

Pero, aunque la visita a este extraordinario museo justifique su presencia en Figueres, la oferta cultural no se detiene aquí. El Castillo de Sant Ferran (Castillo de San Fernando) es una fortificación militar construida en el siglo XVIII por ingenieros militares. Sus dimensiones son impresionantes (las más grandes de la época), con un perímetro de 3.120 metros y una superficie de 32 hectáreas. Era capaz de albergar hasta a 6.000 hombres. Desde 1997 el castillo fortificado puede ser visitado, por lo que un paseo por el recinto (que incluye los depósitos, las caballerizas y otros aposentos más) es absolutamente recomendable. La visita al sótano, un depósito de agua de 40 millones de litros, es una experiencia digna de los relatos de los grandes viajeros.

Ya en el centro de la ciudad visite la Rambla, la vía principal. Se trata del espacio urbano más emblemático, auténtico eje comercial de Figueres. Alrededor de ella se concentran los edificios más bonitos de la ciudad, de diversos estilos arquitectónicos: barrocos, clásicos, neoclásicos, modernistas, art nouveau, novecentistas... la Rambla está coronada por la escultura dedicada a otro de los insignes hijos de la villa: Narcís Monturiol, el inventor del primer submarino, el Ictineo.

Ciudad de tradición republicana que creció alrededor de la Rambla, un paseo urbano con cafés históricos como el del antiguo Hotel París, y una ruta de edificios modernistas y novecentistas (entre los que destaca el teatro El Jardí).